Usted no puede mirar las últimas noticias de internet sin ver la última y el más grande desarrollo de la nanotecnología. Todo los días están siendo fabricados cada vez más pequeños, más rápido, más duradero, y en virtud de más y más control del ser humano con la ayuda de la ciencia.
La nanotecnología es una estrella gigante en los negocios, ya rebaso los 225 millones de dólares en ventas de productos en el 2009 y continua con un crecimiento exponencial. Es la cura para todo, los huevos de oro o la piedra filosofal, si lo deseas, del mundo moderno de la ciencia. Como tal, todas las demás industrias quiere un trozo de esta tarta de nuevos ingresos y están desarrollando nanotecnología más rápido de lo podemos pensar.
Sin embargo, lo que no se entiende, es el efecto que el nanomaterial tendrá sobre los seres humanos y el medio ambiente. Más que nada, es un motivo de preocupación que todos deberían hacer una pausa y tomar nota.
Es probable que haya estado utilizando productos que contengan nanomateriales por un par de años, desde ropa hasta cosméticos incluso pintura. La creación de objetos desde el nivel atómico añade un nivel de personalización y refinamiento que no somos capaces de encontrar en la naturaleza, sin dejar de mencionar que muchas sustancias muestran anormalidades y útiles cualidades cuando se preparan de en una forma tal, como camisetas que se autolimpian y pasta de dientes que eliminan la placa dental.
La fortaleza del nanomaterial esta en su tamaño aunque tambien es su debilidad. Puede ser ingeridas o absorbidas por la piel fácilmente y se pueden filtrar en el medio ambiente en cualquier punto entre la fabricación y uso. Este comportamiento y sus efectos no son totalmente entendidos por la ciencia hasta el momento, y la brecha se va a hacer más amplia a medida que más y más industrias ahonden en la nanotecnología para mejorar y desarrollar sus productos.
La falta de fondos para la investigación que evalúa el riesgo es el principal culpable de esto, así como el hecho de que las empresas que se encargan de investigar ese riesgo también son las empresas cuyo sustento depende de la promoción de la nanotecnología, creando una mano en el escenario de tarro de galletas que todos hemos visto antes.
Un grupo asesor de la National Academy of Sciences a hecho un llamado para impulsar una investigación de cuatro partes en las áreas de identificación de fuentes de emisiones de nanomateriales, procesos que afectan a la exposición y los riesgos, las interacciones de los nanomateriales en niveles subcelulares con todo el ecosistema y las formas de acelerar el progreso de la investigación.
El solicitar una amplia gama de temas que deben ser diligentemente estudiado debe ser un motivo de alarma para todo consumidor, porque se supone entonces que no hay datos concretos sobre todos estos temas. De acuerdo con Nano.gov, más de 800 productos comerciales cotidianos ya confían en los nanomateriales, desde bates de béisbol a ropa antiarrugas con protección solar y — lo consigueron — nanocompuestos en contenedores de alimentos.
Es muy probable que nosotros ya estamos ingiriendo estos productos, y la ciencia no tiene ninguna clara indicación si es malo o no.
Incluso se pone peor, futuras aplicaciones de los nanomateriales incluyen purificar el agua potable y el aire que respiramos, entre otras cosas. ¿Esta es una situación donde la cura es peor que la enfermedad? ¿Cómo lo sabemos?
Esperemos que en los próximos meses exista un plan para explorar los posibles efectos que los nanomateriales tienen sobre nosotros y nuestro medio ambiente. Esperemos que no sea demasiado tarde, pero viendo el lado positivo, quizá podamos algún día usar la nanotecnología para limpiar los nanomateriales.
Es un pensamiento escalofriante, ¿no?